No hay manera de que el ser humano aprenda.
Queremos conseguirlo todo ya, en el momento justo, en el tiempo exacto y por más ostias que llebamos no somos capaces de darnos cuenta de que, al final, el único que manda, que es capaz de encontrarle solución a todo, de poner cada cosa en su lugar y cambiar la manera de pensar, sólo es aquello con lo que todos nos desesperamos "EL TIEMPO".
Eso ha sido lo único capaz de hacerte entender que nada de esto en mi era un capricho como tú pensabas, que se me había pegado y que como tal iba a desaparecer en algún momento.
Por primera vez al escuchar su nombre raccionaste correctamente, dejándome ocuparme a mi de la situación y haciendome entender que aunque te apartaras estarías ahí para levantarme si caía.
Sé que no está todo hecho, que faltan mil y una guerras por luchar, para conseguir tu total aceptación de la situación. Y ahora entiendo que no puedo ofuscarme, y mucho menos intentar grabarlo en tu cabeza ya, ahora, por que así sólo consigo empeorarlo todo y alejarte de mi.
Tengo que dejarle a él hacerlo por mi.
Pero lo cierto es que ayer me sentí orgullosa de que tanto una como la otra fuesemos capaces de afrontar el momento racionalmente.
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