Tengo tal indignación que si me dejo llevar sería una entrada con tropecientas palabras mal sonantes, pero voy intentar ponerlo light.
Hoy era día de reyes y como tal día, me fui a la Cruz Roja de voluntaria a repartir los reyes a la gente más necesitada.
La tarde se prestaba perfecta, aunque el tiempo no ayudara mucho, lo cierto es que nos encontràbamos un buen grupo de amigos, de buen royo y alegría, por un día tan especial como este. Embalamos todo en el camión, lo bajamos hasta el auditorio municipal, acomodamos todos los regalos por montones de edades, vestimos a los reyes magos y preparamos el escenario.
Todo estaba calculado al milímetro, excepto un pequeño detalle, que existe gente incivilizada, sin modales y sin verguenza alguna, que bien merecían unas buenas patadas. Luego piden que no se les discrimine, que se les considere españoles de a pie, como tú y como yo, pero la única verdad es que la raza gitana son desechos y que, aunque suene duro, debían de estar recluídos del resto de la sociedad.
No me considero una persona racista, todo lo contrario, por que si empezamos por que mi familia es de fuera y el 90 % de mis amigos también, y que hasta el día de hoy consideraba a todo mundo como persona por igual.
Pero hoy me persono como antigitanos ¿Por qué?
Por que entre las familias, padres y niños, a los que les ibamos entregar los regalos, se encontraban familias de estos especímenes, que se les dió por jorobar una tarde perfecta.
Estabamos repartiendo en orden los regalos, todos alegres y de fiesta, cuando una ABALANCHA (literal) de gitanos se abalanzó sobre el escenario y se empezaron a empujar, tirar de los pelos unos a otros, pegar petadas y arramplar con todos los regalos, sin permitir al resto de los niños coger ninguno.
Nosotros no pudimos hacer nada más que escapar de allí, por que incluso nos agredieron a nosotros, y te lo pueden confirmar mis piernas llenas de cardenales por patadas y los arañazos en la cara que tengo.
Y acto seguido sin darnos tiempo ni a asimilar lo ocurrido, ya se habían esfumado con todo nuestro esfuerzo de un mes, de recolecta y emboltura de regalos, y con otros niños, que no tenían la culpa de nada, con cara de pena por haberse quedado sin un regalo el día de reyes.
Lo único satisfactorio de todo esto, es que, tranquilos! que ningún niño se quedo sin regalo ya que como buenos previsores habíamos dejado en la sede una caja llena de regalos por si algún niño no se presentaba.
Así que luego de recoger todo el estropicio, continuamos la fiesta en la sede con aquellos niños que realmente se lo merecían.
Y el simple hecho de ver sus sonrisas, valió la pena para tapar aquel mal sabor de boca.
Que lles queres non dan pa mais.
ResponderEliminarLa verdad que ya es bastante triste que algunos niños no puedan tener regalos un día como este como para que vengan un grupo de descerebrados y jodan la pequeña ilusión de los churumbeles. Esta sociedad está echada a perder y lo peor es que muchas veces somos nosotros quienes nos dejamos :( a sus casas tendríamos que ir ahora a joderles la chatarra o los pedazo anillos y collares de oro que llevan algunos a ver que les parecía.
y que conste que yo tampoco me considero racista, pero coño es que hay gente y gentuza (y no va para todos los gitanos, solo para esos carnívoros).